domingo, 2 de diciembre de 2012
¿por qué obama está silenciando la nueva guerra en el congo?
Shamus Cooke*
La
última guerra del Congo acabó en 2003 después de causar 5,4 millones de
muertos, el mayor desastre humanitario desde la Segunda Guerra Mundial.
El silencio internacional permitió aquella masacre al ignorar la guerra
y ocultar sus causas porque los gobiernos apoyaban a los grupos
involucrados en los combates. Ahora ha empezado otra guerra en el Congo y
el silencio, otra vez, es atronador.
Podría
parecer que el presidente Obama no se ha enterado de que ha estallado
otra guerra en el Congo, marcada todavía por la guerra anterior, y que
no ve el problema de los refugiados ni los crímenes de guerra cometidos
por la milicia M23 que invade el país y ataca al gobierno de la
República Democrática del Congo (RDC) elegido democráticamente.
Pero
las apariencias engañan. Las manos del gobierno estadounidense están
tan manchadas de sangre en este conflicto del Congo como lo estuvieron
en el anterior, bajo la presidencia de Bill Clinton. La inmovilidad del
presidente Obama es un aliento voluntario para los invasores de la misma
manera que lo fue la de Clinton. En vez de denunciar la invasión y el
intento de derrocar a un gobierno democrático elegido, Obama se
convierte en cómplice voluntario de los invasores guardando silencio, un
silencio muy expresivo.
¿Por
qué hace esto Obama? Los invasores están armados y financiados por
Ruanda, una «gran aliada», una marioneta de Estados Unidos. La ONU ha
publicado un informe que demuestra que el gobierno de Ruanda apoya a los
rebeldes, pero el gobierno y los medios de comunicación estadounidenses
pretenden que creamos que esa información es cuestionable.
La
última guerra del Congo causó 5,4 millones de muertos y también fue
consecuencia de la invasión de soldados ruandeses y ugandeses, como
explica el periodista francés Gérard Prunier en su excelente obra La guerre mondiale de l’Afrique.
De
hecho hay numerosos criminales de guerra ruandeses implicados en la
última guerra del Congo y perseguidos por la Corte Penal Internacional,
como Bosco Ntaganda, dirigente de la milicia M23. El presidente de
Ruanda, Paul Kagame, es un «gran amigo» de Estados Unidos y uno de los
criminales de guerra más notorios del mundo por el papel principal que
desempeñó en el genocidio ruandés y en la guerra del Congo que tuvo
lugar a continuación.
Un
grupo de militantes congoleños y ruandeses no deja de reclamar que se
juzgue a Kagame por su papel clave en el genocidio ruandés.
Como
explica Prunier en su libro, el genocidio ruandés fue desencadenado por
la invasión de Ruanda de Kagame –desde Uganda, aliada de Estados
Unidos- Cuando Kagame tomó el poder en Ruanda tras el genocidio, informó
a Estados Unidos –durante un viaje a Washington- de que iba a invadir
el Congo. En La guerre mondiale de l’Afrique Prunier cita a Kagame:
«He
mencionado (a Estados Unidos) el hecho de que si la comunidad
internacional no hace nada (contra el Congo), Ruanda actuará… Pero ellos
(el gobierno de Clinton) no han dado respuesta» (p. 68)
En
el lenguaje de la diplomacia internacional, el hecho de no responder a
la amenaza de una invasión militar constituye una luz verde diplomática
indiscutible.
Obama vuelve a dar la misma luz verde cegando a los mismos criminales de guerra mientras vuelven a invadir el Congo.
¿Pero por qué empezar otra guerra? El presidente de la RDC, Joseph Kabila, colaboró
en la invasión militar durante la última guerra congoleña. Como un buen
chucho entregó la inmensa riqueza mineral y petrolera del Congo a las
multinacionales. Pero enseguida empezó a tirar de su correa.
Se
distanció de las marionetas estadounidenses de Ruanda y Uganda, por no
hablar del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial controlados
por Estados Unidos. El FMI, por ejemplo, desaconsejó a Kabila que
firmara un acuerdo estratégico de desarrollo e infraestructuras con
China, pero Kabila no hizo caso. Según The Economist:
«…Parece
que (El Congo) ha ganado el combate que le enfrentaba a los donantes
extranjeros con respecto a un acuerdo de explotación minera y de
desarrollo de las infraestructuras, por valor de 9.000 millones de
dólares, que firmó el año pasado con China. El FMI, que se oponía con la
objeción de que el acuerdo impondría al Congo una nueva deuda masiva,
rechazó la anulación de la deuda de más de 10.000 millones de dólares
que ya tiene el Congo».
Esos
sucesos han convertido de pronto al dudoso amigo Kabila en enemigo.
China y Estados Unidos se precipitan ambos como locos sobre la inmensa
riqueza de materias primas de África y EE.UU. no tolera la nueva alianza
de Kabila con China.
Kabila
ha enojado todavía más a sus antiguos aliados con la exigencia de
renegociar contratos que garantizarían grandes beneficios a las
multinacionales que explotasen los metales preciosos del Congo, con el
fin de que el país se beneficie un poco de sus propias riquezas.
La
RDC posee el 80% del cobalto mundial, un mineral muy precioso que se
utiliza en la fabricación de aparatos tecnológicos modernos como armas,
teléfonos móviles y teléfonos fijos. La RDC probablemente es el país más
rico del mundo en recursos minerales –tiene de todo en abundancia,
desde diamantes hasta petróleo- pero su población es una de las más
pobres del mundo porque desde hace generaciones se saquean sus riquezas.
Y
ahora se perfila una nueva guerra y la ONU no se mueve. Ya hay 17.500
cascos azules en la RDC sin hablar de las fuerzas especiales
estadounidenses. La milicia M23 de los invasores cuenta con 3.000
combatientes. ¿Cuál fue la reacción de la ONU a la invasión? Según el New York Times:
«Los
oficiales de la ONU dicen que no tienen bastante personal para repeler a
los rebeldes y que temen daños colaterales, pero muchos congoleños han
dado su propio veredicto. El miércoles, los agitadores de Bunia, al
norte de Goma, saquearon las instalaciones del personal de las Naciones
Unidas».
Si
Obama y/o la ONU hubieran declarado oficialmente que defenderían
militarmente de la invasión al gobierno congoleño elegido
democráticamente, la milicia M23 no se habría movido.
La
Organización de los Derechos Humanos y otros grupos han acusado, con
razón, a los comandantes de M23 «de masacres étnicas, reclutamiento de
niños, violaciones masivas, asesinatos, secuestros y torturas».
Pero en la ONU el gobierno de Obama ha defendido activamente a la milicia. El New York Times añade:
«Algunos
grupos de defensa de los derechos humanos reprochan a Susan E. Rice, la
embajadora estadounidense en las Naciones Unidas y principal candidata
al puesto de secretaria de Estado del presidente Obama, que hasta ahora
ha sido demasiado blanda con Ruanda, aliada fiel de Estados Unidos, y
con su presidente, Paul Kagame, a quien conoce desde hace años. Los
militantes la han acusado de dulcificar una resolución del Consejo de
Seguridad que debía mencionar los vínculos del M23 con Ruanda y de
intentar bloquear la publicación de una parte de un informe de la ONU
que detallaba la forma en que Ruanda apoyaba en secreto al M23».
Es
probable que la administración de Obama abandone su inmovilidad en
cuanto sus aliados del M23 consigan derrocar al régimen y reabran el
acceso de las multinacionales estadounidenses a las riquezas congoleñas.
En este momento ya hay conversaciones en Uganda, un país a las órdenes
de Estados Unidos, entre el M23 y el gobierno congoleño. Es poco
probable que esas conversaciones den muchos resultados a menos que
Kabila dimita y esa dimisión permita al M23 y a sus patrocinadores
ruandeses tomar el poder en el país. El M23 sabe que está en una
posición favorable para negociar, con el silencio de la ONU y del
gobierno estadounidense.
Si
la guerra se eterniza, habrá que esperar más silencio internacional,
más masacres y limpiezas étnicas y que al pueblo congoleño, que todavía
no se ha recuperado de la guerra anterior, le arrojen a los campos de
refugiados donde volverá a ser masacrado por la milicia, violado,
hambreado y sometido a toda la barbarie que acompaña a esta guerra
particularmente brutal, una barbarie que se desencadena sin límites
protegida por el silencio.
martes, 13 de noviembre de 2012
los motivos de la eurohuelga
Vicenç Navarro
Partidos conservadores y neoliberales están gobernando, tanto en
España como en la mayoría de países de la Unión Europea, incluyendo los
de la Eurozona, implementando políticas públicas que tienen como
consecuencia: 1) la realización de reformas laborales que conllevan la
disminución de los salarios y el aumento del desempleo; 2) el descenso
de la población activa; 3) la reducción de la protección social; 4) el
recorte del gasto público social; 5) la privatización de las
transferencias y de los servicios públicos del Estado del Bienestar; 6)
la reducción de los derechos laborales y sociales; 7) la disminución y
privatización de las pensiones públicas; y 8) el debilitamiento de la
negociación colectiva y de los sindicatos. La evidencia de que esto está
ocurriendo es robusta y claramente convincente (ver sección Economía
Política en www.vnavarro.org).
Donde tales políticas han alcanzado su máximo desarrollo ha sido en los
países periféricos de la Eurozona, y muy en particular Grecia, Portugal
y España. No es por casualidad que estos tres países sean los países
donde las fuerzas conservadoras han sido más poderosas e influyentes en
sus Estados durante el siglo XX y principios del siglo XXI. Todos ellos
han tenido dictaduras fascistas o fascistoides por un largo periodo de
su historia e, incluso, durante su periodo democrático, cuando han
estado gobernados por partidos de centro izquierda, las políticas de
estos gobiernos han estado seriamente condicionadas por tales fuerzas
conservadoras.
Tal dominio conservador explica que estos Estados
se caractericen por: 1) ser muy pobres (sus ingresos al Estado
representan sólo el 34% de su PIB en España, el 37% en Grecia y el 39%
en Portugal, porcentajes mucho más bajos que el promedio de la UE-15,
44%, y mucho, mucho más bajos que en Suecia, el país donde las
izquierdas han gobernado por más tiempo durante los últimos cincuenta
años, y cuyo porcentaje es el 54%; 2) tener escasa sensibilidad social
con sus Estados del Bienestar (transferencias, pensiones y servicios
públicos, como sanidad, educación y servicios sociales) muy poco
financiados (su gasto público social como porcentaje del PIB es el 22%
en España, el 25% en Grecia y el 24% en Portugal, de nuevo más bajos que
el promedio de la UE-15 con un 27% y mucho, mucho más bajos que el de
Suecia, 30%); 3) la escasez de los recursos públicos, incluyendo empleo
en los servicios de tal Estado del Bienestar –como, de nuevo, sanidad,
educación, escuelas de infancia, servicios domiciliarios a las personas
con dependencia, servicios sociales, entre otros- (sólo uno de cada diez
adultos trabaja en tales servicios en España, comparado con uno de cada
cuatro en Suecia. Si en España fuera uno de cada cuatro, se crearían
cinco millones más de puestos de trabajo, eliminando con ello el
desempleo); 4) tener las políticas públicas más regresivas y menos
redistributivas de la UE-15. (La pobreza en España se reduce, mediante
las políticas del Estado -tanto central como autonómico-, sólo 4 puntos,
pasando del 24% de la población al 20%, el porcentaje de reducción de
la pobreza más bajo –junto con Grecia y Portugal- de la UE-15. El
promedio de la UE-15 es de 9 puntos, y en Suecia es de 14 puntos. Como
consecuencia, España, Grecia y Portugal son los países con mayor
porcentaje de la población que son pobres); 5) tener las cargas
impositivas más regresivas e injustas (el trabajador de la manufactura
en España paga en impuestos el 74% de lo que paga su homólogo en Suecia.
El súper rico español, el 1% de la población con mayor renta, paga en
impuestos sólo el 10% de lo que paga el súper rico en Suecia); 6) tener
los fraudes fiscales más elevados de la UE-15 y también más concentrados
en las rentas superiores y en las rentas derivadas del capital (en
España el 74% del fraude fiscal -44.000 millones de euros- lo realizan
las grandes fortunas, las grandes empresas que facturan más de 150
millones de euros al año –un 0,12% de todas las empresas- y la banca. Un
tanto semejante ocurre en Grecia y Portugal).
En todos estos
países un porcentaje muy reducido de la población (las élites
financieras, económicas y mediáticas) tiene una enorme influencia sobre
sus Estados, habiendo diseñado sistemas políticos de escasa
representatividad electoral. Esta característica es especialmente
acentuada en España, donde la Transición (mal definida como modélica) de
la dictadura a la democracia, se hizo en términos muy favorables a las
fuerzas conservadoras que controlaban el aparato del Estado y la gran
mayoría de medios de información y persuasión. De ahí que el sistema
electoral sea escasamente proporcional y representativo.
Las consecuencias de este dominio conservador
La reducción de la capacidad adquisitiva de la población, resultado del
descenso real de los salarios forzó a las familias a endeudarse,
beneficiando con ello a la banca, la cual, en maridaje con la actividad
más especulativa de la economía española, la actividad inmobiliaria,
creó la burbuja inmobiliaria, alimentada también con dinero procedente
de la banca alemana (entre otras) que hizo extraordinarios beneficios en
aquella inversión especulativa. Durante el boom económico, creado
artificialmente por tal burbuja, fuerzas conservadoras forzaron reformas
fiscales, bajando los impuestos a las rentas superiores y a las rentas
del capital (20.000 millones de euros en España), que beneficiaron
predominantemente a los sectores más pudientes de la sociedad, creando a
la vez un agujero en las cuentas del Estado, que apareció más tarde
cuando la burbuja estalló y el déficit del Estado apareció en toda su
dimensión.
Como respuesta, el Estado español (así como el griego
y el portugués) intentó reducir tal déficit, no mediante la reversión
de los recortes de impuestos implementados durante la época de falsa
bonanza, sino recortando el ya escasísimo gasto público social. Así se
congelaron las pensiones para conseguir 2.000 millones de euros, cuando
se podían haber obtenido 2.100 millones manteniendo el impuesto sobre el
patrimonio o 2.552 millones anulando la bajada de los impuestos de
sucesiones. Y, más recientemente, las mismas fuerzas conservadoras han
ido recortando 6.000 millones de euros en la sanidad española, cuando se
podrían haber obtenido 5.300 millones anulando la bajada de impuestos
de las grandes compañías financieras. Hoy el Estado español ha apoyado a
la banca con una cantidad semejante al 10% del PIB a la vez que están
recortando a diestro y siniestro los servicios y transferencias del
Estado del Bienestar. Diariamente se están echando a más de 500 familias
de sus hogares por no poder pagar su hipoteca, a la vez que se está
ayudando a los bancos con el dinero de todos. Y se están imponiendo
enormes sacrificios, y otros que vendrán, para pagar a la banca, tanto
española como alemana (entre otras), el dinero que como usurera está
consiguiendo a costa de unas prácticas inmorales, injustas y
antidemocráticas.
Y digo antidemocrática porque, tal como indiqué en mi artículo “La necesaria huelga general” (Público, 01.11.12),
todas estas políticas que se están llevando a cabo no tienen ningún
mandato popular, pues ninguna de ellas estaba en los programas
electorales sobre los que fueron elegidos. De ahí la necesidad en todos
estos países de protestar y denunciar estas prácticas que se están
realizando en contra y a espaldas de la gran mayoría de su población. Lo
que estamos viendo en cada uno de estos países es el gobierno de una
minoría a favor de una minoría, en contra de una mayoría. Las derechas
de siempre, en cada uno de ellos, están ahora, bajo el falso argumento
de que no hay alternativas, intentando conseguir lo que siempre
desearon: la reducción de los salarios y de la protección social y la
eliminación del Estado de Bienestar. Y no se puede permitir, por mera
salud democrática, que ello ocurra. De ahí que se hayan convocado
Huelgas Generales y/o movilizaciones el próximo día 14 de noviembre en
cada uno de ellos, para protestar e impedirlo. La propia existencia de
la democracia está en peligro.
lunes, 1 de octubre de 2012
otra estafa: el test que han hecho a los bancos también tiene trampas
Juan Torres López
En diversas
ocasiones he demostrado que la crisis que padecemos es en realidad una
sucesión de estafas cometidas por los banqueros, las agencias de
calificación, los gobiernos, los grandes medios de comunicación, y los
bancos centrales, entre otros (ver La crisis, una estafa detrás de otra).
La
sucesión de engaños es realmente impresionante y es raro que pase una
semana o dos sin que tengamos que hacernos eco de una nueva. La
penúltima, en España, han sido los desvergonzados Presupuestos Generales
del Estado que ha presentado el Gobierno de Rajoy y sobre los que
escribí ayer (Presupuestos 2013, un engaño más).
Pero es que el mismo día en que fueron presentados volvimos a sufrir
una nueva estafa, ahora con el test que acaban de realizar a los bancos
españoles supuestamente con el fin de conocer rigurosamente su situación
patrimonial presente y futura.
La verdad es que era fácil
aventurar que algo de eso iba a ocurrir dado que diversos portavoces del
gobierno y de la banca llevaban días diciendo que las necesidades eran
más o menos de 60.000 millones de euros. Y, sobre todo, sabiendo que
quien iba a hacer el test es Oliver Wyman, la consultora que, entre
otros grandes hitos financieros, calificó a Anglo Irish como el “mejor
banco del mundo” poco antes de que quebrase.
¡Y así ha sido!
Pero resulta que no se ha tardado ni 48 horas en descubrirse que las
cifras del test están trucadas para que saliese la cantidad que
previamente habían decidido que tenía que salir.
Efectivamente,
nada más conocerse los resultados del test, diversos analistas han
puesto de relieve que está hecho a base de mentiras y trampas ( ver El test de Oliver Wyman ha cocinado la cifra de 60.000 millones para la banca y no son datos creíbles ).
El truco
Los
temas financieros suelen ser complicados y difíciles de entender para
la gente normal y corriente pero creo que en este caso se puede explicar
fácilmente donde radica el engaño para que cada uno saque entonces
conclusiones.
Antes que nada hay que saber que estos test son
sencillamente un ejercicio de simulación: se establecen unos escenarios
hipotéticos para la economía, y se analiza cómo pueden afectar a los
créditos que han dado los bancos para saber, finalmente, cuántas
pérdidas van a tener y, si las tienen, si les hará falta o no capital
adicional para absorberlas.
La clave, por tanto, está en acertar en tres cuestiones:
a) el escenario que se cree que se va a dar.
b) los diferentes activos o créditos que tienen los bancos y cómo les va a afectar cada situación,
c) la exigencia de capital necesario para hacer frente a cada situación.
Pues
bien, al análisis que ha hecho la empresa Oliver Wyman por encargo del
gobierno se le descubren fácilmente los siguientes "fallos":
El
primero podría ser más discutibles y es que los escenarios que contempla
(uno base más favorable y al que califica como adverso) son demasiado
optimistas, de modo que los efectos sobre la situación de los bancos es
mucho más suave que los que se deducirían si se hubiera establecido
otros más realistas.
El segundo es que, para que le salgan los
números que antes de hacer el examen se quería que saliesen, contempla
dos exigencias de capital distintas en cada escenario. En el favorable
se fija que los bancos deben mantener en el llamado capital core
(es decir, en el capital puro con el que de verdad pueden hacer frente a
supuestas pérdidas) el 9% de los créditos concedidos. Un porcentaje que
no es gratuito sino que es el establecido este verano pasado por el
propio gobierno siguiendo las directrices europeas. Sin embargo, en el
escenario adverso solo fijan el 6%.
De esta forma, no solo se
contraviene la legislación sino que se comete un absurdo: se pide a los
bancos menos capital para hacer frente a pérdidas si la situación es
peor que si es mejor . Y el absurdo se refleja con toda nitidez en el
propio informe que señala que al Banco de Santander y al BBVA le
"sobrará" menos capital en la situación favorable que en la situación
adversa (al primero, 19.181 millones de euros y 25.297 millones de
euros, respectivamente, y al BBVA 10.945 millones y 11.183 millones).
El
examen también tiene un fallo garrafal a la hora de considerar los
activos o créditos que pueden dejar de cobrarse en cada escenario.
Efectivamente,
para deducir las posibles pérdidas de los bancos españoles se
contabilizan el total de 1,4 billones de euros que tenían concedidos en
créditos a finales de 2011 (227.000 a empresas inmobiliarias, 602.000 en
hipotecas hogares, 254.000 a grandes empresas, 237.000 a Pymes y
115.000 en otros créditos diversos). Y a partir de ahí se estima que en
el escenario favorable los bancos perderían 129.400 millones de euros
(64.900 millones de inmobiliarias, 10.900 millones de hipotecas a
familias, 14.000 de las grandes empresas y 25.000 millones de las
Pymes). En el escenario adverso las pérdidas se serían 209.100 millones
de euros.
Al comparar esas pérdidas estimadas con el capital de
cada uno de los bancos es como se deduce que las exigencias de capital
total serán de 26.000 millones de euros en el escenario más favorable y
de 54.000 millones en el escenario adverso ( 59.300 millones sin
considerar los procesos de fusión y el impacto fiscal) .
Ahora
bien, el optimismo de esas cifras proviene, en primer lugar, de que el
examen no ha tomado en cuenta los créditos que la banca española ha
concedido al Estado español y que según el Banco de España a finales de
agosto alcanzaban una cifra de 184.511 millones de euros.
Es
mucho suponer que la banca española vaya a cobrar todo ese crédito
soberano, es decir, que a corto o medio plazo no se vaya a producir en
España una quita o reestructuración de la deuda que suponga pérdidas
adicionales a los bancos que la posean.
Y en segundo lugar,
algún analista también ha detectado que hay trampas en los cálculos
efectuados para cada una de las entid ades. Así Guru Huky demuestra que
con otras hipótesis más realistas que las del examen de Oliver Wyman a
La Caixa no le sobrarían 5.700 millones de euros sino que le faltan casi
4.800 millones de euros (ver Informe Oliver Wyman. Tres trampas y una mentira y La trampa del test de estrés de Oliver Wyman. En realidad sólo 4 bancos no necesitán más capital ).
Y a estas trampas hay que sumar evidentemente el mismo engaño que se
produce cada vez que se le da dinero a bancos: que todo se hace para que
vuelvan a dar crédito a empresas y consumidores. Incluso el muy
optimista test de Oliver Wyman demuestra que la banca española va a
acumular enormes pérdidas en los próximos años y que tendrá que ir
reduciendo "apalancamiento", es decir, el porcentaje de crédito sobre su
capital. Por lo tanto, será prácticamente imposible que el crédito
fluya mientras se siga esta política de rescatar a bancos que están
medio muertos para salvar a los banqueros.
¿Hasta cuándo?
En conclusión, los ciudadanos vamos a ser engañados una vez más: ya lo
hicieron hace unos meses cuando después de examinar a Bankia el Banco de
España afirmaba que estaba perfectamente, tal y como sucedió en otros
países con otros bancos, que cayeron pocos meses o semanas después de
haber superado "exitosamente" test de solvencia bancaria como los de
ahora.
Tienen previsto darle a los banqueros lo que haga falta
para salvarlos y ya han decidido que el dinero lo pongamos la gente
normal y corriente. Y punto. Si hace falta inventarse continuamente
números, informes y mil excusas, se inventan.
Lo impresionante
es el poder de manipulación tan imponente que han acumulado y que les
está permitiendo robar a plena luz del día sin que haya una movilización
social gigantesca que les pare los pies de una vez por todas.
lunes, 17 de septiembre de 2012
¿es ee.uu. una democracia?
Vicenç Navarro*
Esta pregunta parece, a primera vista,
una provocación, pero no lo es. En un momento como el actual con una
extensa cobertura mediática de las elecciones a la Presidencia y al
Congreso de EEUU, en la que aparece un debate vivo e intenso entre dos
posturas distintas representadas por dos opciones claramente
diferenciadas, el Partido Republicano y el Partido Demócrata, cuyos
candidatos a la Presidencia del país han sido resultado de unas
primarias, especialmente intensas en el caso del Partido Republicano,
tal pregunta será interpretada por la sabiduría convencional que tales
medios reproducen, como una “frivolidad” en el mejor de los casos, o
como un indicador más del supuesto “antiamericanismo” que supuestamente
caracteriza a las izquierdas europeas. Puesto que tal acusación ya se ha
hecho en más de una ocasión, me siento en la necesidad de aclarar que
he vivido durante muchos años en EEUU y que me siento comprometido
emotiva y políticamente con el bienestar de las clases populares de
aquel país a las que he intentado servir durante mis años de trabajo en
EEUU (desde las aulas de la academia hasta los despachos de la Casa
Blanca), siendo mis críticas a las instituciones representativas de
aquel país fruto de tal compromiso, pues comparto la percepción
generalizada que tiene la mayoría de la población estadounidense de que
tales instituciones representativas no representan en realidad sus
intereses. El 85% (repito, el 85%) de la población estadounidense, por
ejemplo, no considera que el Congreso de los EEUU represente sus
intereses. Y cuando se les pide a quién creen que representa, la
respuesta mayoritaría (el 82%) es la Corporate Class (los componentes de
las élites empresariales de las grandes compañías o empresas del país).
La mayoría de la población lleva razón.
Los debates de la vida política se hacen dentro de unos márgenes muy
limitados definidos precisamente por tal Corporate Class, que es la que
financia el proceso electoral y las campañas electorales de la gran
mayoría de los políticos. Ni que decir tiene que existe diversidad en el
abanico de propuestas hechas por los dos partidos mayoritarios –el
Partido Republicano y el Partido Demócrata-, diversidad que es la que
alimenta el debate político y mediático en el país. Pero tal diversidad
está muy limitada debido a las fronteras ideológicas definidas por la
Corporate Class. Existen miles de ejemplos de esta falta de diversidad.
Por ejemplo, todas las ofertas de cambio en el sistema de sanidad,
eminentemente privado (aunque financiado públicamente en un 48% de todo
el gasto sanitario) no cuestionan el protagonismo de las compañías de
seguro privadas en la gestión del sistema, y ello a pesar de que según
las encuestas de opinión popular, una mayoría de ciudadanos en aquel
país preferiría un sistema (como existe en Canadá) en que el papel de
tales compañías sería muy inferior. En realidad, la aplicación del
sistema canadiense en EEUU permitiría la extensión de la cobertura
sanitaria a toda la población (medida deseada por la mayoría de la
población) a un coste mucho menor que el actual de EEUU (que alcanza a
ser un 16% del PIB). Tal posibilidad, sin embargo, ha sido descartada,
incluso por el Presidente Obama. Las compañías de seguros privadas han
financiado extensamente las campañas de todos los candidatos (tanto de
los demócratas como de los republicanos) a la Presidencia de EEUU,
impidiendo que tal alternativa sea incluso discutida. Y ello, repito, a
pesar de su popularidad.
La baja calidad democrática de los sistemas mayoritarios
El sistema bilateral mayoritario, sin
ningún sesgo de proporcionalidad, favorece esta captura de los partidos
por los componentes de la Corporate Class. Es paradójico que EEUU, el
prototipo del sistema electoral mayoritario sea tomado como ejemplo por
algunas voces en España. El reciente artículo en El País “Una teoría de
la clase política española” (14.09.12) proponiendo el sistema
mayoritario muestra un claro desconocimiento de su autor, César Molinas,
de la realidad política estadounidense, el sistema mayoritario “por
excelencia”. En realidad las graves limitaciones que existen en la
democracia española se basan precisamente en la escasa proporcionalidad
de su sistema electoral. El protagonismo de la vida política y mediática
del país por parte de dos opciones mayoritarias (favorecido por tal
sistema electoral) en España ha empobrecido enormemente la vida política
del país, facilitando, a su vez, su adaptación (cuando no coaptación) a
los poderes financieros y económicos dominantes en España. No es
extraño, por cierto, que los movimientos a favor de cambios profundos en
sus sistemas democráticos –como el Occupy Wall Street y el 15M- hayan
ocurrido en dos de los países con menor proporcionalidad en su sistema
político (EEUU y España).
La privatización del sistema electoral
El otro problema de la democracia
estadounidense es la privatización del sistema electoral. Las elecciones
son financiadas predominantemente por fondos privados provenientes en
su gran mayoría de las grandes empresas y de los grupos fácticos que
donan su dinero con el objetivo (exitoso) de influenciar a aquellos que
reciben el dinero. La gran mayoría de fondos que financian a los
candidatos (incluyendo a Barack Obama en las últimas elecciones
presidenciales y en las presentes) procedían y proceden de grandes
empresas o asociaciones comerciales o profesionales.
Esta situación ha alcanzado su máxima
dimensión con la aprobación por parte del Tribunal Supremo de EEUU, de
una sentencia, en el caso Citizens United vs Federal Electoral
Commission, permitiendo que las empresas pudieran dar tanto dinero como
quisieran a los candidatos políticos a fin de influenciar las elecciones
y/o las decisiones políticas. Estas empresas pueden, incluso, ser
extranjeras. Hemos visto así como el Instituto Americano del Petróleo
(IAP), el portavoz de las compañías petrolíferas, se ha gastado 7.3
millones de dólares para oponerse (exitosamente) a cualquier legislación
federal que previniera el calentamiento ambiental, resultado de la
utilización de petróleo. Uno de los dirigentes más activos ha sido Tofiq
Al-Gabsani, el representante de las empresas petrolíferas basadas en
Arabia Saudí, hoy uno de los mayores financiadores del candidato
republicano Romney.
La participación activa del IAP en la
financiación del Partido Republicano fue la causa de que el 86% de los
nuevos miembros republicanos en las últimas elecciones al Congreso de
EEUU firmaran un manifiesto, redactado por IAP, en el que se
comprometían a oponerse a cualquier tipo de legislación que regulara el
comportamiento de la industria petrolífera para prevenir el cambio
climático. El IAP ha negado que el obvio cambio climático tenga nada que
ver con la utilización del petróleo, financiando estudios de nula
credibilidad científica que supuestamente muestran que tal cambio
climático se deba a causas naturales (ver Lee Fang “How Citizens United
unleashed millions in secretive spending by US and foreign firms”. The
Nation. 27.08.12).
Otro ejemplo es la Asociación de la
Industria Farmacéutica, que ha gastado 10 millones de dólares para
evitar (exitosamente) que el gobierno federal sea el que defina el
precio de los fármacos que éste compra, con lo cual el precio de tales
fármacos los dicta la propia industria farmacéutica en lugar del
gobierno federal. EEUU es el único país que no utiliza su enorme poder
de compra de fármacos para dictar los precios de los productos
farmacéuticos que compra. Tiene que comprarlos al precio marcado por la
industria.
¿En qué se gasta el dinero?
Esta cantidad de dinero se utiliza sobre
todo para comprar tiempo televisivo y radiofónico, abierto al mejor
pagador sin ninguna regulación en la distribución de tal espacio. Y el
contenido de los anuncios políticos, cuyo número y tiempo de exposición
depende del dinero del candidato político, tampoco tiene ningún tipo de
regulación. Un anuncio puede mentir descaradamente –como lo hacen los
candidatos Romney y Ryan- sobre sus adversarios políticos sin que haya
ninguna capacidad de respuesta, excepto comprando otro anuncio que lo
rebata. El que tiene menos fondos puede aparecer y rebatir menos. De ahí
que el objetivo de Romney sea conseguir varias veces más dinero que el
candidato Obama, hoy Presidente, pues está seguro (y lleva razón en sus
predicciones) que con tal abundancia de fondos puede derrotarlo. Y estos
fondos proceden, de nuevo, en su gran mayoría de la Corporate Class.
Como ha reconocido nada menos que el Senador Republicano John McCain,
candidato republicano a la presidencia de EEUU en 2008, “las elecciones
en EEUU son un juego de poder en el que ambos partidos políticos –el
Republicano y el Demócrata- compiten para permanecer en sus cargos,
vendiendo el país al mejor postor” (citado en Bill Moyers, Money in
Politics: where is the outrage?). ¿Es esto una democracia? Imagínense
que esto ocurriera en Venezuela. El follón que se armaría en los medios
sería enorme. Ocurre en EEUU, y tales medios dedican horas y horas a lo
que llaman proceso democrático en aquel país, sin cuestionar, ni una
sola vez, si es, en realidad, un proceso democrático.
domingo, 5 de agosto de 2012
la guerra en cuestión de semanas
Paul Joseph Watson*
El líder supremo
iraní ayatolá Alí Jamenei,
dijo a los más altos jefes militares iraníes que esperaran "la guerra en cuestión de semanas",
en una reciente reunión del consejo de guerra, de acuerdo con la agencia israelí de noticias DEBKAfile.
"A pesar de que las represalias han estado exhaustivamente presentes en los ejercicios militares regulares durante el año pasado, Jamenei ordenó el mayor proyecto de fortificación en la historia de Irán para salvar su programa nuclear de la más poderosa de las super-armas de América. Las rocas se están reuniendo desde lejos, amontonadas sobre las principales instalaciones nucleares, cubiertas con varias toneladas de hormigón y finalmente con recubrimiento de acero", señala el informe.
"A pesar de que las represalias han estado exhaustivamente presentes en los ejercicios militares regulares durante el año pasado, Jamenei ordenó el mayor proyecto de fortificación en la historia de Irán para salvar su programa nuclear de la más poderosa de las super-armas de América. Las rocas se están reuniendo desde lejos, amontonadas sobre las principales instalaciones nucleares, cubiertas con varias toneladas de hormigón y finalmente con recubrimiento de acero", señala el informe.
A
pesar de todos los reportajes de fondo que especulan que la decisión de atacar a Irán por parte de
Israel había sido retrasada hasta la primavera de 2013, un relato
paralelo de que un ataque militar podría tener lugar en septiembre u octubre ha
estado rondando mas recientemente.
Sea correcto o no el informe de DEBKAfile, Irán ha concluido los preparativos para un conflicto con su reciente anuncio de que los planes para cerrar el Estrecho de Ormuz, un punto clave del Golfo Pérsico a través del cual el 33% de los embarques de petróleo del mundo pasan todos los días, ya están terminados.
Sea correcto o no el informe de DEBKAfile, Irán ha concluido los preparativos para un conflicto con su reciente anuncio de que los planes para cerrar el Estrecho de Ormuz, un punto clave del Golfo Pérsico a través del cual el 33% de los embarques de petróleo del mundo pasan todos los días, ya están terminados.
Los
Estados Unidos respondieron el mes pasado con el envío de submarinos no
tripulados bajo el agua del mar para encontrar y destruir las minas y evitar
que Irán sea capaz de bloquear el Estrecho.
El portaaviones de EEUU Eisenhower y el Enterprise siguen estacionados en las aguas que rodean a Irán, apoyados por varios barcos de ataque más pequeños.
Aunque el Secretario de Defensa, Leon Panetta, negó informes de que su próximo viaje a Israel incluye las discusiones sobre un marco de tiempo potencial para atacar las instalaciones nucleares de Irán, durante una reciente visita presidencial de Mitt Romney, el candidato señaló que iba a respaldar un asalto por parte del Estado judío.
Según el Guardian de Londres, las principales figuras militares israelíes se oponen a un ataque contra Irán a corto plazo, con el Primer Ministro Binyamin Netanyahu insistiendo en que él tomaría la decisión.
Sin embargo, el Jefe de Estado Mayor, el Teniente General Benny Gantz negó públicamente que se opusiera al ataque y volvió a afirmar que el ejército israelí llevará a cabo la orden de atacar las instalaciones nucleares de Irán si se da tal orden.
El portaaviones de EEUU Eisenhower y el Enterprise siguen estacionados en las aguas que rodean a Irán, apoyados por varios barcos de ataque más pequeños.
Aunque el Secretario de Defensa, Leon Panetta, negó informes de que su próximo viaje a Israel incluye las discusiones sobre un marco de tiempo potencial para atacar las instalaciones nucleares de Irán, durante una reciente visita presidencial de Mitt Romney, el candidato señaló que iba a respaldar un asalto por parte del Estado judío.
Según el Guardian de Londres, las principales figuras militares israelíes se oponen a un ataque contra Irán a corto plazo, con el Primer Ministro Binyamin Netanyahu insistiendo en que él tomaría la decisión.
Sin embargo, el Jefe de Estado Mayor, el Teniente General Benny Gantz negó públicamente que se opusiera al ataque y volvió a afirmar que el ejército israelí llevará a cabo la orden de atacar las instalaciones nucleares de Irán si se da tal orden.
martes, 3 de julio de 2012
la nueva aristocracia financiera
Andre Damon*
Mientras gobiernos en todo el mundo cierran escuelas, despiden
trabajadores y recortan el apoyo a los pobres, ancianos y enfermos, la
oligarquía financiera que gobierna el mundo aumenta su riqueza y su
poder.
Los ingresos de los directores ejecutivos bancarios mejor
remunerados aumentaron un 12% el año pasado, según un análisis de los 15
mayores bancos globales realizados por el grupo de investigación
Equilar. Esos ejecutivos recibieron un promedio de 12,8 millones de
dólares per cápita, a pesar de la baja de los valores de las acciones y
de las ganancias de la mayoría de los bancos.
Jamie Dimon,
presidente y director ejecutivo de JPMorgan Chase, nuevamente lideró la
lista al recibir 23,1 millones de dólares, un aumento de 11% respecto a
2010. Bajo la dirección de Dimon, JPMorgan reveló pérdidas especulativas
de miles de millones de dólares.
Gobiernos de todo el globo han
rescatado a estos bancos con billones (millones de millones) de dólares.
Han subvencionado masivamente a esas gigantes instituciones financieras
en manos privadas, y están listos para volver a rescatarlos cuando sea
necesario.
El informe del pago a los banqueros se publicó pocos
días después de que el gobernador de Hawái anunció que el director
ejecutivo de Oracle, Larry Ellison, compró Lanai, la sexta isla
hawaiana por un importe de entre 500 y 600 millones de dólares. Los
3.000 residentes de la isla dependerán de la buena voluntad de Ellison
como los vasallos de la Edad Media dependían de su señor.
Ellison,
el tercer individuo más rico en EE.UU., es tristemente célebre por su
extravagancia y su mezquina avaricia. En 2008, obtuvo un reembolso
tributario de 3 millones de dólares de la ciudad de Woodside,
California, después que un tribunal dictaminara que su casa, una
reproducción del predio de un emperador japonés cuya construcción costó
200 millones de dólares, tenía un valor de solo 100 millones en el
mercado actual.
El tribunal declaró que nadie, con la excepción
de Ellison, podía permitirse vivir en la casa, lo que le daba “un
atractivo limitado en el mercado” y por ello redujo las contribuciones
de bienes raíces del ejecutivo de Oracle.
Los impuestos cuyo pago
eluden Ellison y los demás multimillonarios de California han
contribuido al déficit presupuestario de 15.000 millones de dólares que
ahora encaramos mediante recortes en programas sociales vitales que
protegen a millones de personas de la pobreza extrema.
El
gobernador de California Jerry Brown, demócrata, y la legislatura
estatal controlada por su partido llegaron a un acuerdo la semana pasada
sobre recortes de los gastos por un mínimo de 8.000 millones de
dólares. Las prestaciones sociales del Estado se reducirán a la mitad y
se recortarán 1.000 millones del programa Medicaid del Estado, 402
millones de los salarios de los trabajadores estatales y 240 millones de
dólares del programa de atención infantil.
Ellison, cuyo
patrimonio neto es de 36.500 millones de dólares, podría firmar un
cheque que cubriría el monto de esos recortes… multiplicado por cuatro. Y
hay otros 99 multimillonarios en el Estado.
Otro ejemplo de cómo utilizan los súper-ricos sus vastas fortunas se ha grabado en un documental que se exhibirá próximamente: La reina de Versalles.
La película muestra los esfuerzos del multimillonario fundador de
Westgate Resorts (alojamientos vacacionales de lujo) y su esposa,
exmodelo, para construir la casa más grande de EE.UU. Con 8.361 metros
cuadrados, la mansión en Orlando, Florida, incluye diez cocinas y una
bolera.
La suntuosa casa en Florida se llama Versalles en honor
al palacio de Luis XVI y María Antonieta. El hecho de que la Revolución
Francesa decapitase a la pareja real parece haber sido olvidado por los
constructores del nuevo Versalles.
Un detalle encantador revelado
en la cinta sobre el estilo de vida en el nuevo Versalles es que nunca
han educado a los perros de la familia porque siempre hay un pequeño
ejército de sirvientes a mano para limpiar sus residuos.
Aristocracia,
según su raíz griega, significa “gobierno de los mejores”. Sin embargo
la oligarquía financiera, cuyos intereses egoístas determinan las
políticas de los gobiernos del planeta, incluye a los segmentos más
ignorantes y depravados de la sociedad moderna. “La basura se separa
flotando hacia arriba”, dijo Marx sobre los especuladores y estafadores
de su época.
“La aristocracia financiera”, agregó, “en su modo de
adquisición así como en sus placeres, no es otra cosa que el
renacimiento del lumpen-proletariado en las alturas de la sociedad
burguesa”.
Las décadas que precedieron al crac Wall Street de
2008 presenciaron un dramático enriquecimiento de ese elemento social y
la remodelación de la política para ajustarla a sus necesidades. La
oligarquía financiera ejerce una influencia monopolista en la vida
política y los mecanismos policiales del Estado, reforzados desde 2001,
se han establecido en gran parte para proteger su riqueza.
El
propio gobierno de Obama es una expresión de este proceso. En 2008,
Barack Obama recibió más dinero de la industria financiera que cualquier
otro candidato de la historia de EE.UU. Y después de su elección,
procedió a llenar su gabinete de antiguos ejecutivos de Wall Street. Una
vez asumido el mando, Obama puso millones de millones de dólares a
disposición de los bancos y protegió a los responsables del crac de 2008
de una investigación criminal o procesamiento.
La concentración
de esta gran riqueza en manos de una aristocracia financiera se hace
directamente a costa del resto de la sociedad. Una de cada dos personas
en EE.UU. es pobre o casi pobre, y la riqueza de un grupo familiar
promedio cayó un 39% entre 2007 y 2010.
Millones de personas
tienen dificultades para que les alcance el dinero y el aumento de los
que viven en una pobreza extrema es impresionante. La proporción de la
población que vive en “pobreza extrema” ha aumentado un 50% desde 2000,
de 4,5% a 6,7%. La calificación de extremadamente pobre es cuando un
individuo percibe menos de 5.851 dólares y una familia de cuatro menos
de 11.509 dólares.
Como escribió Mark Twain: “Nunca hubo una
revolución a menos que hubiera algunas condiciones opresivas e
intolerables contra las cuales hacerla”.
Todos los años se
desperdician billones de dólares en yates, mansiones y clubes de campo
de los ricos y la microeconomía que crean a su alrededor. Vastos
recursos se dedican a la especulación financiera, canalizados al casino
de juego de Wall Street. Si esta riqueza recibiera un uso racional
contribuiría considerablemente a la erradicación del desempleo, la
pobreza y la enfermedad.
El fin de la anarquía y de la
explotación en el corazón del sistema capitalista, que encuentran una
expresión particularmente nociva en la concentración de obscenos niveles
de riqueza en la cima, permitiría que la humanidad movilizara y
desarrollara las fuerzas productivas, incluidas la ciencia y la
tecnología, para aumentar enormemente el nivel material y cultural de la
sociedad humana y eliminar la desigualdad.
Y no obstante el
grito universal de la política oficial es que “no hay dinero” para
financiar programas sociales o pagar salarios decentes, y los que
trabajadores, incluidos los más pobres y más vulnerables, deben
“apretarse el cinturón”.
Es el carácter de las clases gobernantes
en bancarrota histórica. El problema no es solo su riqueza personal,
sino, más fundamentalmente, su dominio de las fuerzas productivas de la
sociedad. Hay que arrancar las gigantescas corporaciones e instituciones
financieras de las manos privadas y dirigirlas democráticamente para
reconstruir la sociedad que los súper-ricos han devastado.
Fuera
de la revolución socialista no existe ningún camino para limitar el
poder político y económico de la nueva aristocracia que saquea la
sociedad para su enriquecimiento personal.
martes, 19 de junio de 2012
los retos de rio + 20
Ignacio Ramonet*
Brasil
acoge en Río de Janeiro, del 20 al 22 de junio, la Conferencia de las
Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, llamada también “Rio+20”
porque se celebra dos décadas después de la primera gran Cumbre de la
Tierra de 1992. Asistirán a ella más de 80 jefes de Estado. Las
discusiones se centrarán en torno a dos temas principales: 1) una
“economía verde” en el contexto del desarrollo sostenible y la
erradicación de la pobreza; y 2) el marco institucional para el
desarrollo sostenible. En paralelo al evento oficial, también se celebra
la Cumbre de los Pueblos que congrega a los movimientos sociales y
ecologistas del mundo.
Las
cuestiones ambientales y los desafíos del cambio climático siguen
constituyendo urgencias mayores de la agenda internacional (1). Pero
esta realidad está siendo ocultada, en España y en Europa, por la
gravedad de la crisis económica y financiera. Normal.
La
eurozona atraviesa uno de sus momentos más difíciles a causa del
fracaso manifiesto de las políticas de “austeridad a ultranza”. La
recesión se ha instalado en varias economías, con un desempleo en alza y
dramáticas tensiones financieras. España, en particular, vive sus
momentos más preocupantes desde 2008; peores que cuando quebró el banco
Lehman Brothers. La economía ha debido someterse a la auditoría de los
inspectores de Bruselas. La prima de riesgo se disparó entrando en zona
de intervención, y se han vuelto a despertar todas las dudas sobre la
solvencia del sistema bancario español, arrastrado por la escandalosa
quiebra de Bankia.
Ante
el fracaso del Banco de España, y las dudas sobre la credibilidad del
sistema financiero, se ha tenido que recurrir a un grupo de firmas
“independientes” extranjeras para analizar la morosidad oculta de los
bancos españoles (2). Entre los ciudadanos se extiende la idea de que
España va a necesitar, de manera más o menos inmediata, el apoyo del
Fondo de Rescate Europeo, como ya le ocurrió a Irlanda, Grecia y
Portugal. El 62% de los españoles lo teme.
Cunde
pues el pesimismo. El premio Nobel de economía Paul Krugman echó leña
al fuego cuando, el mes pasado (3), avisó que es “muy posible” que
Grecia abandone el euro en el curso de este mes de junio... Una salida
de Atenas de la moneda única europea tendría como consecuencia inmediata
la fuga de capitales hacia los países vecinos y la retirada en masa de
los depósitos bancarios. Fenómenos que se contagiarían inevitablemente a
Portugal e Irlanda y, sin duda, a España e Italia. Krugman vaticinó por
cierto que no descartaba que, después, llegara a España y a Italia un
corralito bancario (4)...
En
esas preocupaciones estamos. Y por eso los ciudadanos europeos siguen
con tanta atención la agenda electoral europea: elecciones legislativas
francesas el 10 y el 17 de junio; nuevas elecciones griegas ese mismo
día 17 de junio. Y la cumbre de Bruselas del 28 y 29 de junio que
decidirá por fin si la Unión Europea sigue la senda alemana de la
austeridad hasta la muerte, o si adopta la vía francesa del crecimiento y
del resurgimiento. Dilema vital.
Pero
ello, a pesar de su dramatismo, no debe hacernos olvidar que, a escala
del planeta, hay otros dilemas vitales no menos decisivos. Y el
principal de ellos es el desastre climático del que será cuestión,
también este mes, en Río de Janeiro. Recordemos que, en 2010, el cambio
climático fue la causa del 90% de los desastres naturales que
ocasionaron la muerte de unas 300.000 personas, con un quebranto
económico estimado en más de 100.000 millones de euros…
Otra
contradicción: en Europa, los ciudadanos reclaman, con razón, más
crecimiento para salir de la crisis; pero en Río, los ecologistas
advertirán que el crecimiento –si no es sostenible– significa siempre
mayor deterioro del medio ambiente y mayor peligro de agotamiento de los
limitados recursos del planeta...
Los
líderes mundiales, junto con miles de representantes de gobiernos,
empresas privadas, organizaciones no gubernamentales, movimientos
sociales y otros grupos de la sociedad civil, se reúnen pues en Río de
Janeiro para definir precisamente una agenda global a fin de garantizar
la sostenibilidad ambiental y también reducir la pobreza y promover la
igualdad social. El debate central estará entre el concepto de “economía
verde” que defienden los portavoces del neoliberalismo, y el de
“economía solidaria”, promovida por los movimientos que creen que sin
la superación del modelo actual de “desarrollo predatorio”, basado en la
acumulación privada de riqueza, no habrá preservación ambiental.
Los
países ricos acuden a Río con esa propuesta principal de la “economía
verde”. Un concepto-trampa que se limita a designar, la mayoría de las
veces, un simple camuflaje verde de la economía pura y dura de siempre.
Un “enverdecimiento”, en suma, del capitalismo especulativo. Esos
países desean que la Conferencia Rio+20 les otorgue un mandato de las
Naciones Unidas para empezar a definir, a escala planetaria, una serie
de indicadores de medición para evaluar económicamente las diferentes
funciones de la naturaleza, y crear de ese modo las bases para un
mercado mundial de servicios ambientales.
Esa
“economía verde” desea no sólo la mercantilización de la parte material
de la naturaleza sino la mercantilización de los procesos y funciones
de la naturaleza. En otras palabras, la “economía verde”, como afirma el
activista boliviano Pablo Solón, busca no sólo mercantilizar la madera
de los bosques sino mercantilizar también la capacidad de absorción de
dióxido de carbono de esos mismos bosques (5).
El
objetivo central de esa “economía verde” es crear, para la inversión
privada, un mercado del agua, del medio ambiente, de los océanos, de la
biodiversidad, etc. Asignando precio a cada elemento del medio
ambiente, con el objetivo de garantizar las ganancias de los inversores
privados. De tal modo que la “economía verde”, en vez de crear
productos reales, organizará un nuevo mercado inmaterial de bonos e
instrumentos financieros que se negociarán a través de los bancos. El
mismo sistema bancario culpable de la crisis financiera del 2008, que
recibió miles de millones de euros de los gobiernos, dispondrá así, a su
antojo, de la Madre Naturaleza para seguir especulando y realizando de
nuevo cuantiosas ganancias.
Frente
a estas posiciones, paralelamente a la Conferencia de la ONU, la
sociedad civil organiza en Río la Cumbre de los Pueblos. En este foro se
presentan alternativas en defensa de los “bienes comunes de la
humanidad”. Producidos por la naturaleza o por grupos humanos, a nivel
local, nacional o global, estos bienes deben ser de propiedad colectiva.
Entre ellos están el aire y la atmósfera, el agua, los acuíferos –ríos,
océanos y lagos–, las tierras comunales o ancestrales, las semillas,
la biodiversidad, los parques naturales, el lenguaje, el paisaje, la
memoria, el conocimiento, Internet, los productos distribuidos con
licencia libre, la información genética, etc. El agua dulce empieza a
ser vista como el bien común por excelencia, y las luchas contra su
privatización –en varios Estados– han tenido notable éxito.
Otra
idea que preconiza la Cumbre de los Pueblos es la de una transición
gradual entre una civilización antropocéntrica y una “civilización
biocéntrica”, centrada en la vida, lo que implica el reconocimiento de
los derechos de la Naturaleza y la redefinición del buen vivir y de la
prosperidad de modo que no dependan del crecimiento económico infinito.
También defiende la soberanía alimentaria. Cada comunidad debe poder
controlar los alimentos que produce y consume, acercando consumidores y
productores, defendiendo una agricultura campesina y prohibiendo la
especulación financiera con los alimentos.
En
fin, la Cumbre de los Pueblos reclama un vasto programa de “consumo
responsable” que incluya una nueva ética del cuidado y del compartir;
una preocupación contra la obsolescencia artificial de los productos;
una preferencia por los bienes producidos por la economía social y
solidaria basada en el trabajo y no en el capital; y un rechazo del
consumo de productos realizados a costa del trabajo esclavo (6).
La
Conferencia Rio+20 ofrece así la ocasión a los movimientos sociales, a
escala internacional, de reafirmar su lucha por una justicia ambiental
en oposición al modelo de desarrollo especulativo. Y su rechazo del
intento de “enverdecimiento” del capitalismo. Según esos movimientos, la
“economía verde” no constituye una solución a la crisis ambiental y
alimentaria. Al contrario, se trata de una “falsa solución” que agravará
el problema de la mercantilización de la vida (7). En suma, un nuevo
disfraz del sistema. Y los ciudadanos están cada vez más hartos de los
disfraces. Y del sistema.
(1) Léase Ignacio Ramonet, “Urgencias climáticas”, Le Monde diplomatique en español, enero de 2012.
(2) El País, Madrid, 21 de mayo de 2012.
(3) The New York Times, Nueva York, 13 de mayo de 2012. http://krugman.blogs.nytimes.com/2012/05/13/eurodammerung-2/?smid=tw-NytimesKrugman&seid=auto
(4)
“Corralito” es una palabra surgida durante la crisis económica
argentina de 2001, cuando ante la avalancha de clientes a los bancos
para retirar sus ahorros, el ministro Domingo Cavallo decidió que cada
titular de cuenta sólo podría retirar un máximo de 250 pesos por semana.
El ministro español de Hacienda, Cristóbal Montoro, declaró, al revuelo
causado por la palabras de Krugman, asegurando que un corralito en
España es una posibilidad técnicamente imposible.
(5) Pablo Solón, “¿Qué pasa en la negociación para Rio+20?”, 4 de abril de 2012. http://rio20.net/documentos/que-pasa-en-la-negociacion-para-rio20
(7) Léase, “Declaración de la Asamblea de movimientos sociales”, Porto Alegre, 28 de enero de 2012. http://redconvergenciasocial.org/?p=160
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