sábado, 28 de marzo de 2009

COMPLEJIDAD Y PERSPECTIVA CULTURAL

Alicia Montesdeoca

Hoy, cuando nuestras aulas son pequeños fractales, expresión del inmenso fractal que es nuestro mundo; integradas por alumnos de distintas procedencias, donde los nacionales se entremezclan y conviven en espacios multiétnicos y multiculturales, emerge la verdadera expresión de nuestro mundo en la convergencia de los mundos que lo integran.

Hoy, cuando las ideas, la información y las innovaciones recorren los pasillos de nuestros centros a través de Internet, y cuando un concepto o un modelo, surgido en cualquier lugar del planeta, se comunica en tiempo real y encuentra resonancia en el otro extremo de éste, sin haber conocido contacto previo alguno, descubrimos que todas las expresiones culturales son las distintas sendas que nos convocan al reconocimiento de la unidad que somos.

Hoy, cuando en el impulso de los individuos por afirmar su identidad y la resolución de los pueblos por ser reconocidos en igualdad de condiciones entre los otros, dando pie a luchas y conflictos por doquier que reclaman mejores políticas de negociación, en las que no exista el olvido, la marginación, los privilegios de unos pocos a costa de la desaparición de los muchos, encontramos la cultura que nos aúna como especie humana y como sociedad inteligente.

Hoy, que las ciencias han acumulado tal cantidad de conocimientos que son capaces de aproximarse en sus hipótesis a aquellos grandes principios que como metas a alcanzar propusieron los hombres y mujeres más inspirados de todas las culturas, descubrimos que esas mismas ciencias son las que nos están llevando a la hipótesis de que en esos principios existe un mismo hilo invisible que parece armonizar los saberes acumulados con un único canto.

Hoy que esa ciencia se aproxima mejor a lo que somos en lo denso y en lo sutil, cualquiera que sea la forma o la manifestación de lo físico, lo biológico y lo espiritual, nos seguimos sintiendo impulsados a nuevas búsquedas que darán nuevos sentidos a la vida de esta especie y que inspirarán nuevas materializaciones, porque cada paso que damos extiende hacia el infinito los objetivos de las búsquedas.

Hoy, cuando el concepto de diversidad parece alcanzar la posición de principio universal, socialmente hablando, a la vez que nos hace intuir la complejidad de lo que somos y lo compleja que es la realidad que nos rodea, se renueva nuestra responsabilidad con la vida, la cual nos invita a confabularnos con ella para dar más vida.

La visión Compleja de la Cultura

Lo enciclopédico de una definición o valoración del concepto Cultura es hacerlo a partir del conocimiento del pasado, por sus vestigios; del presente, según el paradigma dominante y del futuro por los hechos predominantes desde una perspectiva egocéntrica del mundo.

Con el pensamiento complejo no se construye una cultura compleja. Se aprende a mirar la realidad de manera sistémica, desde todos sus ángulos, porque la interacción entre sus distintos elementos propicia la emergencia de nuevas realidades. Pero para ello es fundamental que tengamos la voluntad de cambiar la perspectiva.

Entiendo que la cultura es un sistema vivo que se sostiene con el patrimonio del pasado, se sigue construyendo con la acumulación del presente y se proyecta hacia el futuro a través de las aportaciones de cada generación. Para hablar de otras formas de construir cultura hemos de dejar de parcelar, aprendiendo a relacionar, vincular, sumar, añadir, aprehender, comprender

Con el pensamiento complejo se produce una comprensión no parcelada de la realidad: nuevos principios organizativos; relectura de lo que conocemos y cómo lo conocemos; búsqueda de nuevas herramientas para el aprendizaje y el conocimiento de esa realidad; descubrimiento de un significado nuevo de lo que emerge.

El reto presente está en averiguar qué cultura está construyendo hoy esta sociedad planetaria, cuyos individuos viven con menos fronteras y perciben, cada vez con más nitidez, las interacciones de todos los sistemas (físicos, biológicos, sociales, culturales), sus dependencias, sus posibilidades, sus riesgos y de sus límites.

lunes, 23 de marzo de 2009

¿QUÉ TIENE LA IGLESIA CATÓLICA EN CONTRA DE LAS MUJERES?

Elisa Docio


Como si se tratara de artefactos mecánicos que ellos puedan manipular, ahora pares, ahora no, ahora te preñas, ahora no, ahora follamos, ahora no.

Sus campañas relacionadas con el sexto mandamiento siempre conllevan un trasfondo de agresividad contra las mujeres, para controlar nuestra libertad, para mantenernos esclavizadas del sexo, para seguir culpándonos del pecado original y de todos los pensamientos y “actos impuros” cometidos por los hombres, sean clérigos o simpatizantes en sus diversas gradaciones. Curiosa conducta la de la cúpula eclesial teniendo en cuenta que la mayor parte de su colaboradoras, barredoras de iglesias, bordadoras de altares y voluntariado prosélito son mujeres.

El fariseísmo de la Iglesia de las púrpuras ya ni tan siquiera se camufla, luce en todo su esplendor. Hace pocos años y con eco bastante silenciado se supo de un informe elaborado por Esther Fangman, monja benedictina y psicológa y que fue presentado al Congreso de abades, priores y abadesas de la orden benedictina celebrado en Roma en septiembre del 2000. La traducción al español es de Il Regno (número 7/2001) cuya lectura se recomienda. En él dice textualmente: “Hoy estoy frente a vosotros para hablar de un tema inquietante del que hemos tomado conciencia estos últimos años durante nuestros encuentros entre benedictinas. No es fácil hablar de esto, pero es necesario poneros al corriente de que, en algunas situaciones, las religiosas benedictinas nos vemos obligadas a llevar una cruz muy pesada, como víctimas del comportamiento sexual de un cura. Callar significaría consentirlo.”

Poco tiempo después otra noticia publica que centenares de monjas católicas eran violadas habitualmente por misioneros en 23 países, el Vaticano lo reconoció y el Parlamento Europeo en Estrasburgo aprobó una Resolución de 5 de abril de 2001 “Sobre la violencia sexual contra las mujeres y en particular contra religiosas católicas” por la que se pronunciaba condenando toda violación de los derechos de la mujer, pide que los autores de estos delitos sean arrestados y juzgados y pide a la Santa Sede que considere seriamente todas las acusaciones. Un arzobispo africano condenó a un cura persistente violador a dos meses de retiro por violar a una novicia que quedó embarazada teniendo que abandonar la congregación y echarse a la selva discriminada por pecadora.

Leemos en la prensa que el equipo médico y los familiares de una niña de nueve años preñada de gemelos, violada por su padre desde los seis años, han sido excomulgados por la Iglesia Católica. Espeluznantes informes médicos dicen que la menor pesa treinta kilos, mide un metro treinta y tiene un útero incapaz de albergar un feto por cuanto es inviable de todo punto que pueda llevar a término y sobreviva al parto. Escuchen mujeres del mundo, el padre incestuoso y violador no ha sido excomulgado.

Pagan 400 millones de dólares de indemnizaciones por pederastia y las sotanas togadas se rebelan enervadas ante la más mínima mención de sexo. Las persecuciones religiosas a las mujeres no tienen cómputo posible en la historia. ¿Cuántas mujeres han ordenado quemar a hombres por brujos?

Las bases entregadas no entienden el discurso lejano de los iluminados. Durante siglos, y aún para las que se dejan, morbosos clérigos autodenominados directores espirituales se cebaron con la conciencia de las mujeres, trastornadas, confusas, manejables, chantajeadas. ¿Y las confesiones? Fuente de morbo erótico para hombres reprimidos contra natura, pidiendo detalles para ilustrar sus autosatisfacciones y a continuación sus flagelaciones para purgarse. Hoy ya no es necesario acudir a la tortura del detalle, el mercado del porno y del sexo es amplio y muy accesible. Se puede pecar en la intimidad o en compañía pero sin atosigar a nadie.

¿Aprueban las bases eclesiales, los curas de pueblo, los colaboradores voluntarios, los misioneros en primera línea de sufrimiento, las consignas cerriles? A los talibanes católicos les da igual lo que piense y lo que crea nadie que no sean ellos. ¿Cómo se sienten esos fariseos? Tal vez como prepotentes castrados porque su dios no les dio el supremo poder de crear vida y no pueden alcanzar la cúspide, por eso se nomina a la mujer enemigo público de la Iglesia.

Si lo que buscaban con sus campañas antiaborto y contra preservativo era el campanazo visionario, lo han conseguido. Si pretendían división en la opinión pública también, pero entre los suyos. Los demócratas que tenemos siempre presente la libertad de las personas y los derechos de las mujeres estos barruntos no nos dividen, al contrario nos alertan de la amenaza de abandonar parcelas sociales en manos y mentes que tanto peligro entrañan, sobre todo para nosotras.

Cuando un Papa se arrodille y pida perdón a las mujeres que nos avisen. ¡Ah! y no olvide, si es mujer marque Vd. la cruz en su declaración que la Iglesia velará por su esclavitud.


domingo, 22 de marzo de 2009

PODER Y RELIGIÓN

Alberto Piris

En su biografía de Descartes, Richard A. Watson alude al cardenal francés Jacques Davy du Perron, de quien el filósofo derivó, al parecer, su título nobiliario de "señor de Perron". El citado cardenal, antes de alcanzar tan alta categoría eclesiástica, en audiencia concedida por Enrique III, rey de Francia, formuló un ataque devastador contra el ateísmo y dio varias pruebas de la existencia irrefutable de Dios. Ante ello, el rey mostró honda satisfacción y le hizo saber en cuánto estimaba su elocuencia y su preparación teológica. Acto seguido, escribe Watson, "Du Perron objetó, con modestia, que no tenía importancia, y ofreció regresar al día siguiente y usar las mismas pruebas para argumentar a favor del ateísmo y demostrar que Dios no existía. Enrique se escandalizó y expulsó a Du Perron de la corte. No por largo tiempo, porque su lengua áurea era útil".

Cuando la religión vuelve a ser motivo de conflictos en vastas zonas del planeta, esta anécdota tiene validez hoy. Conviene recordar que se produjo en la segunda mitad del siglo XVI, cuando Francia se desangraba en las guerras de religión entre católicos y protestantes (ocurrió en 1583, entre la 7ª y la 8ª guerras), con su secuela de ejecuciones en la horca o en la hoguera, edictos sobre prácticas religiosas, asesinatos en masa de quienes no profesaban la propia religión, conjuras y conspiraciones sin cuento.

Si lo ocurrido en la corte francesa hubiera alcanzado difusión entre el pueblo -como lo permiten hoy los medios de comunicación-, a éste le hubiera sido más fácil conocer que, tras la fachada de una disputa sobre lo que parecían ser esenciales aspectos teológicos, lo que había en realidad era un forcejeo por el poder. No solo dentro de Francia, entre las estirpes más influyentes y ambiciosas, sino también entre las potencias de la Europa moderna, donde el Papado seguía interviniendo, aunque carente ya del ascendiente que había tenido en épocas anteriores.

Eso no habría evitado la sangre derramada en la llamada "Noche de San Bartolomé", el masivo asesinato de protestantes perpetrado once años antes del hecho narrado, pero las pasiones reinantes, azuzadas por el poder político, que se apoyaban en elementos de la teología, se hubieran atemperado y no hubiera sido tan fácil engañar al pueblo por motivos religiosos. Poco más de un siglo después bastantes ciudadanos rusos murieron a causa de la pugna entre los partidarios de santiguarse con dos o con tres dedos, en la época de las reformas europeizantes con las que el zar Pedro I el Grande quiso modernizar por la fuerza a sus rutinarios y supersticiosos súbditos.

En estos y en otros muchos casos análogos, era el ejercicio del poder lo que estaba en juego, entre grupos que perseguían intereses que poco tenían que ver con la religión, aunque para forzar los movimientos de masas en los que apoyarse fuera preciso recurrir a la manipulación de unos pueblos incultos, ciegamente entregados a sus dirigentes religiosos. Conviene, por tanto, contemplar los conflictos aparentemente religiosos, que también hoy nos acosan, a través de la óptica que permite descubrir dónde está en ellos la pugna por el poder.

Estas reflexiones son de aplicación en España, cuando la jerarquía católica viene promoviendo concentraciones públicas, casi siempre hostiles al Gobierno, con diversos pretextos religiosos, como defender su propio concepto de la familia (que no está amenazado porque se acepten también otros conceptos no coincidentes con él) o impedir que quienes desean abortar o profundizar en las investigaciones genéticas, por citar solo dos ejemplos, lo hagan libremente. Se utilizan absurdos neologismos de resonancias teológicas (como "cristofobia" o "estadolatría") para calificar lo que no es otra cosa que la simple ejecución de lo que la Constitución establece respecto a las relaciones entre Estado e Iglesia.

Esto permite deducir que en el fondo de lo que sucede existe, aquí y ahora también, una lucha por el poder. El poder perdido por la jerarquía católica española desde que fue derogada la anterior legislación del Estado, uno de cuyos principios fundamentales era: "La Nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional, que inspirará su legislación". Y que no puede ni desea adaptarse al texto de la Constitución de 1978: "Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones". Texto que, por otra parte, muchos desearían reformar, por lo que encierra de preferencia hacia una religión concreta.

Poder o religión: esta es la cuestión, podríamos concluir, parafraseando modestamente a Hamlet. La respuesta, en la mayoría de los casos, es la del título de este comentario: "poder y religión"; cada uno utilizando o intentando utilizar al otro, como la Historia sobradamente nos muestra.

* General de Artillería en la Reserva